En la provincia de Córdoba, entre las sierras de Achala y la sierra de Pocho, se encuentra enclavado Nono; un pueblo que desde su origen, desde su nombre mismo (deriva de Ñuñu que en voz quechua significa senos de mujer) entrelaza historia, leyendas y naturaleza.
Nono es un pueblo generoso en sus bellezas, en su clima benigno, en la pureza de sus arroyos y ríos y sobre todo con sus habitantes quienes nacieron en él y quienes lo eligen para tener una vida tranquila así como también a los que visitan cada año para cargar de energía el cuerpo y el alma.
El aire que se respira donde se emplaza Nono está libre de contaminación y posee ionización negativa, con un microclima especial que provoca un estado de ánimo alegre en todos los visitantes.
De la abundancia del mineral de cuarzo anfíbol resulta el desprendimiento de partículas, éstas en combinación con el oxígeno producen una gran cantidad de ozono y ácidos nitrosos, dos complementos ideales para la sensación de bienestar del Ser Humano.